Cultura Cashless: ¿Está España lista para el cambio?

Lecciones de una pandemia

La incertidumbre económica provocada por el COVID-19 ha empujado a los consumidores españoles a reducir gastos innecesarios. Esto ha afectado al mercado de pagos con tarjeta, especialmente al mercado de tarjetas de crédito y débito, que registró una caída del 6,3% en 2020.

Sin embargo, gracias a la recuperación económica y al aumento del gasto de los consumidores tras la pandemia, se espera que el mercado de pagos con tarjeta registre un crecimiento sustancial del 11,4 % en 2022 (GlobalData).

Después de todos estos grandes cambios, han surgido muchas preguntas. ¿Estamos listos para transformarnos en una sociedad sin efectivo? ¿Qué ciudades son las más cercanas a llegar a ese punto? ¿Qué pasos son necesarios para convertirse en un país sin efectivo? ¿Qué nos detiene?

Para responder a estas preguntas, SumUp ha realizado un estudio que analiza múltiples factores, incluida la cantidad de tarjetas en circulación, la cantidad de puntos de venta disponibles, los salarios e incluso la edad de la población, para crear un índice de ciudades, revelando qué tan dependientes son del efectivo. Además pronosticaremos si España está lista para adoptar completamente los pagos electrónicos como la única forma para adquirir bienes y servicios.

Vitoria-Gasteiz es la ciudad menos dependiente del efectivo

Según nuestra investigación, Vitoria-Gasteiz, sede del gobierno y capital del País Vasco, es la ciudad de España más preparada para el futuro de pagos sin contacto. Gracias al número de ciudadanos con tarjeta de crédito (126.974) débito (200.312) y su bajo número de personas en paro (16.496).

Junto a Vitoria-Gasteiz, Barcelona y Rivas-Vacia son las ciudades con mayor número de tarjetas en circulación.

El BBVA informa que los menores de 35 años en España realizan un 44% menos de transacciones en efectivo en promedio, mientras que los mayores de 60 años retiran efectivo de los cajeros automáticos un 33,2% más. 

No obstante, según Money Expert, es más difícil para las personas desempleadas solicitar tarjetas de crédito, ya que la mayoría de ellas requieren un umbral mínimo de ingresos anuales, generalmente de alrededor de € 11,675. Es probable que las bajas tasas de desempleo y las poblaciones jóvenes en Vitoria-Gasteiz, Barcelona y Rivas-Vacia estén abriendo el camino para un futuro sin dinero en efectivo.

Córdoba, Sevilla y Granada son las ciudades más dependientes de efectivo

A pesar de ser lugares encantadores para vivir, gracias a su accesibilidad, asequibilidad y opciones de entretenimiento, estas ciudades se ubicaron al final de nuestra lista por muchas razones. Entre estas tres ciudades, Córdoba tiene el porcentaje más alto de personas desempleadas (26,83%), Granada tiene el porcentaje más alto (21%) de adultos mayores mientras que Sevilla tiene uno de los porcentajes más bajos de usuarios de tarjetas de crédito (53,77%).

En 2020, Córdoba tenía 88.676 personas en paro, mientras que Sevilla y Granada tenían un total de 283.209. Las personas sin empleo tienen menos posibilidades de acceder a métodos de pago sin efectivo, como las tarjetas de crédito, lo que probablemente explica por qué estas ciudades se están moviendo hacia un futuro sin efectivo a un ritmo más lento.

Otro factor que situa a estas ciudades en los últimos puestos del ranking es la edad de su población. Santa Cruz de Tenerife, Madrid y Barcelona tienen un elevado número de adultos mayores. Siendo este uno de los factores más importantes que conducen a una lenta adopción de los métodos de pago sin efectivo, pues es en la mayoría de los casos, la proporción de población de la tercera edad impacta el nivel de digitalización de una ciudad.

¿Qué impide un futuro sin efectivo?

Acceso a la banca 

Tener una cuenta bancaria es, por supuesto, una condición previa para acceder a la mayoría de los métodos de pago distintos del efectivo (por ejemplo, tarjetas, débitos directos o transferencias). Sin embargo, para acceder a esos métodos de pago sin efectivo es necesario tener un trabajo. España tiene una de las tasas de desempleo más altas de Europa, y esto ralentizará seriamente el progreso hacia un futuro sin efectivo.

Un factor crítico para el uso de los productos bancarios es su costo. De hecho, cuando las comisiones son altas, los comercios suelen pedir a sus clientes un monto mínimo para el uso de tarjetas. Por lo tanto, en muchos comercios siempre se tendrá que pagar las compras más pequeñas en efectivo, limitando el uso de métodos sin efectivo.

Como forma de luchar contra la economía informal, las actividades delictivas y el blanqueo de capitales, la Agencia Tributaria introdujo un límite al máximo de 1.000 euros que se pueden pagar en efectivo por operaciones comerciales.

Edad  

La edad podría explicar las diferencias en el uso del efectivo: mientras que los jóvenes están más acostumbrados a las nuevas tecnologías, y por lo tanto, a los métodos de pago digitales, las personas mayores tienden a ser más reacias a adoptar métodos de pago innovadores como alternativa al efectivo.

La generación de mayor edad está haciendo su transición a nuevas formas de pago, pero en general, el aumento de los pagos sin contacto, los dispositivos móviles y las compras electrónicas ha aumentado gracias principalmente a los más jóvenes.

Las ciudades españolas con un mayor número de adultos mayores, como Córdoba, Sevilla y Granada tendrán que esperar a un cambio generacional para avanzar hacia un futuro sin efectivo.

Fraude

Según Transparencia Internacional, en 2021 España obtuvo una puntuación de 61/100 en el índice de corrupción. Por lo general, los pequeños sobornos pueden tomar la forma de dinero en efectivo y esto aumenta su circulación en la sociedad.

El fraude en línea también juega un papel importante en la aceptación de los métodos de pago sin efectivo. Las personas que temen este tipo de fraude son más reacias a adquirir bienes y servicios en línea. 

Según una encuesta de la Comisión Europea, que incluyó a españoles, se descubrió que si se exponen a estafas y fraudes, el impacto en las personas puede ser significativo. Las personas pueden sufrir potencialmente perjuicios financieros y/o no financieros, los cuales pueden afectar su bienestar y deteriorar la confianza en el mercado.

Seguridad

El Índice de Seguridad con un 81.79%  sitúa a España entre los lugares más seguros para caminar solo de día. Estas cifras crean un entorno seguro para las personas que llevan dinero en efectivo o tarjetas. Pero estos números no se sienten en todo el país, en áreas donde el índice de seguridad es más bajo, las personas tienden a usar menos tarjetas y adquirir menos bienes, por lo tanto, las empresas invierten menos en lectores de tarjetas, lo que hace que haya menos pagos electrónicos disponibles.

Una España sin efectivo

A pesar de las diferencias a nivel de ciudad mostradas en nuestra investigación. España en su conjunto avanza hacia una economía sin efectivo.

Durante los últimos años se han incrementado las comisiones cobradas por el uso de cajeros automáticos, al mismo tiempo que se han reducido las comisiones pagadas por el uso de tarjetas en los puntos de venta. Además, hemos visto una reducción de la red de cajeros automáticos y un aumento en la disponibilidad de lectores de tarjetas.

Según cifras del Instituto Nacional del Estadística, España tiene una de las tasas de penetración de Internet más altas del mundo. El acceso de los hogares a Internet a través de banda ancha alcanzó el 95,3 % en 2020, y el acceso a Internet desde teléfonos móviles alcanzó el 99,5 % en el mismo período. Estos datos muestran que un futuro sin efectivo podría ser posible gracias a que el internet y la banca móvil permiten transacciones sin efectivo las 24 horas del día, los 7 días de la semana y sin hacer filas en el banco.

Aunque no podemos decir a ciencia cierta que el efectivo desaparecerá en un futuro a corto plazo, podemos decir que España se dirige hacia un futuro en el que la gente no dependerá únicamente de billetes y monedas.

Metodología 

Para este estudio, encontramos el número de población de cada ciudad española, junto con el porcentaje de personas mayores, porcentaje de ciudadanos desempleados, porcentaje de ciudadanos con tarjetas de crédito y porcentaje de ciudadanos con tarjetas de débito. 

Usando la población de las ciudades y los datos porcentuales, revelamos la cantidad de personas en cada ciudad que coincidían con las métricas anteriores. Indexamos estas métricas para revelar las ciudades que dependen más o menos del efectivo.

Fuentes

  • epdata.es

  • bde.es

  • worldpopulationreview.com

  • theglobaleconomy.com

SumUp Team