Obsolescencia - ¿Qué es la obsolescencia?

La obsolescencia es una de las causas por las que los activos de una empresa se deprecian.

Lleva la facturación de tu negocio con SumUp Facturas. Es sencillo e intuitivo, ideal para autónomos y pequeñas empresas.

Los activos fijos o inmovilizado de una empresa están sujetos a depreciación. La depreciación es el cálculo por la pérdida de valor.

Una de las causas de la depreciación es la obsolescencia. Lo obsoleto es sinónimo de anticuado, pero también de algo que deja de usarse.

Ciertos activos fijos como la maquinaria, softwares, ordenadores y otros aparatos y equipos tecnológicos sufren de dicha obsolescencia.

Es decir, dejan de usarse por diferentes motivos; que, por cierto, no son sólo tecnológicos.

Tipos de obsolescencia

Uno de los principales factores por el que determinadas máquinas y equipos tecnológicos se vuelven obsoletos es por el progreso tecnológico: un nuevo software, un nuevo ordenador, un nuevo coche que superan a los que se usaban hasta ahora.

No obstante, la obsolescencia también puede venir de otros dos factores:

  • Caída de la demanda.

  • Aumento del precio de coste en relación a los factores productivos (trabajo y capital).

Un ordenador de ultimísima tecnología puede quedar rápidamente obsoleto por un nivel de demanda inferior al que se había previsto.

Una coyuntura económica negativa en que el coste de la mano de obra crece o se mantiene igual pero los precios de venta se hunden, pueden convertir ciertos activos fijos en obsoletos al aumentar el precio de coste.

En definitiva, la obsolescencia no tiene por qué ser siempre tecnológica, aunque este sea el factor más común que explique la pérdida de valor de un activo.

La obsolescencia y la depreciación

Para el cálculo de la depreciación la obsolescencia no juega ningún papel, en el sentido de que no se trata de un valor cuantificable que intervenga en el método de cálculo.

No obstante, se trata de uno de los factores que a nivel teórico explican la necesidad de someter los activos a depreciación. Los otros dos factores que intervienen son el uso y el paso del tiempo.